martes, 28 de octubre de 2014

Postres caseros o como desconectar de los exámenes de enero (Borrador de hace dos años que tenía por ahí perdido)


Buenas tardes a todos y perdón por no dar señales de vida. Las vacaciones de Navidad y los exámenes de enero no dan tregua.
Ayer después de una buena paliza a matemáticas decidimos hacer un especial postres sin lactosa para distraer la mente. De ahí nacieron las magdalenas y unas natillas un poco malogradas.
Yo me puse con las natillas (así salieron) él con las magdalenas.
Las natillas fueron un desastre por mi afán de improvisación,  en vez de maicena le eché harina de repostería y como no tenía leche de coco le puse leche normal y virutas de coco. Total que después de 12 horas no cuajan y todavía no me he atrevido a probarlas,  eso sí, quedaron muy bonitas gracias a mis instrumentos de decoración infalibles y de parvulario.







Volver...


Bueno, aquí estamos de vuelta con nuevos platos, nuevos restaurantes y nuevas ideas. Ahora no tengo tanto tiempo y esa es la causa de que no haya podido continuar con el blog, pero he vuelto ¡y os espero a todos en la mesa!
Para empezar os contare lo dura que esta siendo la vuelta a la cocina, dura de verdad y ahora lo entenderéis. Este fin de semana hemos intentado hacer un bizcocho un poco a lo loco, sin medir las cantidades, unas galletas y para cenar (aunque no deberíamos cenar pasta) unas espirales gigantes a la carbonara. 
En primer lugar para hacer el bizcocho de canela lo que utilizamos fueron cuatro huevos batidos, una buena cucharada de mantequilla derretida 

Después añadimos muuucha azúcar blanca y morena, levadura, harina y bastante canela 


Finalmente el bizcocho comenzó a inflarse por donde quiso en el horno (que tengo mis dudas de que funcione correctamente) y quedó un enjendro al que no he querido hacer una foto. Eso sí, de sabor estaba medianamente bueno

A la vez hicimos unas galletas, con mucha mantequilla, dos huevos, harina, mucha azúcar moreno y chips de chocolate. Tanta tanta azúcar que...



Entre el horno poco católico 


Y el azúcar en cantidades ingentes surgió una piedra resistente a cualquier dentadura. Para mojar en leche, supongo...



Y la joya de la corona, lo único que salió bien fue la pasta gigante, la compramos en el Lidl y estaba realmente buena. Hicimos una salsa carbonara con cebolla, bacon, nata para cocinar y pimienta blanca. ¡Riquísimos!