¡Buenas noches rockabillies!
Hoy toca hablaros de nuestra visita a este restaurante de comida americana, ambientado en los años 50.
Fotografía de la servilleta del restaurante |
Después de tantos episodios de crónicas carnívoras (!que hambre me está entrando de pensarlo¡) tocaba probar un sitio de comida americana.
Ya desde fuera del restaurante nos llama la atención la estética del local: muchos neones y camarer@s vestidos de época.
Al llegar a la entrada, rápidamente nos atienden y nos dan mesa para dos. Hay que decir que una vez dentro, la ambientación está muy bien conseguida: vamos, que te sientes dentro de la película Grease (esa sensación de viajar a otra época mejoraría mucho más si el local fuera independiente y no estuviera abierto, como en este caso, al centro comercial, pero está bastante bien).
Cogemos la carta y ¡vamos al lío!: muy difícil decidirse (habrá que volver más veces para ir probando más platos). En la carta la encontramos divida en entrantes, ensaladas, hamburguesas, wraps, sandwiches, hotdogs, comida tex mex, y platos típicos americanos.
Esa noche tampoco es que nos estuviéramos muriendo de hambre por lo que no pedimos mucha comida. De entrante para compartir nos decidimos por unos nachos Tommy Mel´s:
Están recubiertos en salsa de queso, guacamole, chili con carne y lo blanco que veis es salsa de yogur agría. Personalmente no es que el sabor agrio me guste mucho pero cuando lo mezclas con el resto deja de notarse. La ración estuvo bien para dos personas.
Nachos Tommy Mel´s |
Hamburguesa Tommy Mel´s |
La hamburguesa se puede pedir con 2 tamaños de carne diferente (el tamaño grande es un suplemento de unos 2€), nosotros nos decantamos por el grande. El camarero nos preguntó por el punto de la carne y hay que decir que cumplió.
La hamburguesa tiene un buen tamaño, cuando llevas 3/4 partes tienes que hacer un descanso para asumir el reto de comerte el 1/4 restante. La carne estaba muy bien hecha, en su punto, tal y como pedimos. Esta hamburguesa en particular venia con una salsa de cebolla caramelizada, que literalmente te inundaba la boca.
En detalle que nos gustó bastante, aunque suene extraño, es que la comida se sirve en papel. Porque cuando vas a un sitio de comida americana te gusta hacer el guarro y sentirte como en crónicas carnívoras, Y LO SABES.
Y aquí viene el segundo de los principales, el Seafood sandwich:
Se sirve en pan integral tostado. Tiene una mezcla de surimi, gambas y atún, mayonesa, lechuga, tomate y aguacate.
La mezcla del marisco y el pescado no aporta un sabor del otro mundo, un poco seco para mi gusto. Y como ya se sabe, si no resbala por la garganta, échale mayonesa. Cuando le das un bocado a todo el sándwich la cosa cambia: el aguacate le da ese sabor diferente que tanto le gusta a los americanos, un sabor muy suave y bueno.
La verdad es que pedí este sándwich porque no tenía mucho hambre y no quería un plato muy pesado. En cuestión de precio, cantidad y sabor, la hamburguesa merece más la pena. No obstante no estuvo nada mal, no es un sandwich que te prepares todos los días en casa.
Batido en Tommy Mel´s |
Por último vamos a los postes: cuidado que vamos por un terreno peligroso. Desde mi punto de vista, Tommy Mel´s tiene una de las cartas de postres más apetecibles que he visto (si queréis ver otro sitio donde ponen un postres de infarto pasaros por la entrada donde hablamos del Muerde la Pasta). Una pena que no tuviera mucho hambre que si no...
Después de los platos anteriores ya íbamos un poco justos de espacio en el estómago por lo que nos decidimos por un batido (para compartir) de un sabor muy refrescante: after eight (una chocolatina de chocolate rellena de menta). No le añadimos nata para no hacerlo pesado. El sabor muy conseguido, cada sorbo era como comerte una chocolatina. Os pongo una imagen de Google (ya que no hicimos ninguna del batido) para que veáis que tamaño y pinta tiene.
Y hasta ahí nuestra cena. Fueron 15€ por persona para los platos que habéis visto (más 2 botellas de agua mineral). Hay que decir que la relación calidad precio es bastante mejor que la de otros restaurantes de comida americana que hemos ido. Los platos no son excesivamente caros, los postres ya son otra cosa, depende del postre podríamos decir que su precio es más o menos justo.
Sentimos que la cena no haya sido muy copiosa pero VOLVEREMOS, sin duda.¡ Hay que probar muchos más platos aún!
Os dejamos el enlace a la carta para que vayáis planeando vuestra visita ;)
También hay otras cosas del restaurante que cabría comentar:
Los camareros: Gente joven, guapa y muy majos. No os olvidéis de dejarles propina.
Los baños: El olor a chicle y a nubes del ambientador que utilizan, Top.
NOTA:
Sabor: 9
Servicio: 9
Relación calidad Precio: 8
Ambientación/local: 9
Total: 9